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Un estudio de la Universidad Nacional de Seul en Corea dice que los peces voladores planean tan bien o mejor que las aves.

Pueden permanecer fuera del agua más de 40 segundos y recorrer distancias de hasta 400 metros a velocidades de 70 kilómetros por hora.

En los estudios que han realizado los investigadores han intentado descubrir cómo estos peces pueden mantenerse arriba, fuera del agua.

Seleccionaron cinco peces de tamaño similar que fueron disecados, algunos con sus aletas extendidas, como si estuvieran volando y uno con las aletas hacia atrás contra el cuerpo y cuya aerodinámica se testó en un túnel de viento.

Ajustaron los sensores de fuerza de 6 ejes a las alas de los peces e inclinaron el cuerpo de los mismos en diferentes ángulos, midiendo así las fuerzas de las aletas de los peces voladores a la vez que simulaban su vuelo.

El resultado de los estudios es que los peces planeaban mejor que los insectos y tan bien como algunas aves como los petreles y los ánades.

Según los datos, los peces planeaban más lejos cuando se encontraban paralelos a la superficie, algo que se puede apreciar cuando se avistan en el océano.

También han descubierto que el pez era muy estable al planear, aunque la estabilidad con las aletas hacia atrás en posición de natación era inestable, una característica necesaria para manejarse en el medio acuático, por eso el pez volador, está adaptado a vivir en los dos ambientes.

Después de otras pruebas en el túnel de viento, demostraron que el vuelo rasante del pez paralelo a la superficie marina les permite cubrir distancias más largas.

La gran aleta pectoral en la parte delantera y la aleta pélvica más pequeña en la parte trasera del pez acelera el flujo de aire hacia la cola como en un cohete, lo que mejor el vuelo, según han explicado los investigadores.

Ahora están estudiando la posibilidad de desarrollar un aeroplano que explote la aerodinámica del planeo rasante a la superficie inspirada en la tecnología biológica del pez volador.