Es un pez con aletas lobuladas que apareció durante el devónico, hace 350 millones de años y todavía hay ejemplares vivos.
De la familia Latiméridos o Celacántidos, dentro del orden Crosopterigios, perteneciente a la subclase Sarcopterigios, clase Ostectios. Está clasificado actualmente como "Latimeria Chalumnae".
En la actualidad está representado por una sola especie.
Sus lóbulos son carnosos y están cubiertos de escamas en la base de sus aletas pares. Se diferencia de la mayoría de los peces en eso mismo, en que en el resto no existen esos lóbulos. Se caracteriza también porque tiene una cola trilobulada.
Al parecer, el celacanto comparte un antepasado común con los dipnoos y los vertebrados terrestres. Sus aletas pectorales, están situadas en el extremo de unos lóbulos o apéndices, lo que sugiere un híbrido temprano entre aleta y pata.
Pero sin embargo, los celacantos son una rama especializada de este grupo que ha permanecido prácticamente inalterada desde sus comienzos y es por esta razón, por la que se puede decir que este pez es un fósil viviente.
Se han encontrado en muchas partes del mundo fósiles de otras especies con tamaños que oscilan entre los 15 cm y casi 1,5 m de largo y un peso que puede ser superior a los 67 kg. Esos fósiles indican que, durante su larga historia, varios tipos de celacantos habitaron en los pantanos, lagos, mares interiores y océanos.
Al no haber fósiles en las rocas formadas después del cretácico, los paleontólogos pensaban que el celacanto se había extinguido hacía más de 70 millones de años, pero en diciembre de 1938, un barco rastreador capturó un celacanto vivo mientras pescaba por las costas del sur de África.
Los celacantos viven en cuencas oceánicas permanentes, por lo que es muy difícil encontrar restos fósiles.
Durante los últimos años se han capturado cerca de las Islas Comores, entre Madagascar y el Sureste de África.
Investigadores han estado realizando estudios y han descubierto que durante muchos años, los habitantes de estas islas habían secado y salado la carne de este pez, la habían incluido en su alimentación y utilizaban su piel como lija.
Los científicos a día de hoy, están preocupados por las alteraciones que está sufriendo el medio ambiente donde esta especie habita.
Los celacantos actuales se parecen mucho a sus parientes fósiles, porque tienen sus características aletas pares con base lobular y en su cola tres lóbulos.
El color del cuerpo del celacanto varía entre azul intenso y pardusco.
Produce grandes cantidades de aceite y de secreción babosa.
No puede vivir en la superficie, por lo que puede ser visto nada más que en las profundidades.
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