Si la temperatura media aumenta un grado y las precipitaciones se reducen a la mitad, los recursos híbridos disponibles de las cuencas del Segura y el Júcar en la Comunitat Valenciana, podrían reducirse hasta un 23% en 2030, tendencias que los expertos atribuyen al cambio climático.
José Quereda, catedrático de la Universitat Jaime I de Castellón, lo explicó en una conferencia sobre las consecuencias del cambio climático en estas cuencas, durante el III Congreso Nacional de la Ingeniería Técnica Agrícola en la Universidad Politécnica de Valencia.
Para el 2030, según sus cálculos, esa subida de temperaturas y reducción de las lluvias, produciría un déficit de agua "muy importante" en las cuencas valencianas. También dijo que se dispondrían de !poco más de 3.000 hectómetros cúbicos frente a los 5.000 que necesitan ambos sitemas hidrográficos".
La evaporación sería el fenómeno "mas preocupante". Las soluciones serían gestionar el agua y el travase de las cuencas excedentarias a las deficitarias, según explicó. Defendió así la infraestructura del Tajo-Segura y abogó por la llegada del Ebro al Júcar.
José Quereda, catedrático de la Universitat Jaime I de Castellón, lo explicó en una conferencia sobre las consecuencias del cambio climático en estas cuencas, durante el III Congreso Nacional de la Ingeniería Técnica Agrícola en la Universidad Politécnica de Valencia.
Para el 2030, según sus cálculos, esa subida de temperaturas y reducción de las lluvias, produciría un déficit de agua "muy importante" en las cuencas valencianas. También dijo que se dispondrían de !poco más de 3.000 hectómetros cúbicos frente a los 5.000 que necesitan ambos sitemas hidrográficos".
La evaporación sería el fenómeno "mas preocupante". Las soluciones serían gestionar el agua y el travase de las cuencas excedentarias a las deficitarias, según explicó. Defendió así la infraestructura del Tajo-Segura y abogó por la llegada del Ebro al Júcar.
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