- Científicos españoles a bordo del ‘Hespérides’ son testigos del desprendimiento de 2.700 km2 de la península antártica
Los científicos a bordo del buque de investigación español Hespérides informaron ayer de que un pedazo de hielo, con un tamaño similar al de la provincia de Álava, se ha desgajado de la península antártica. Aunque en un primer momento se habló, por un error de cálculo de los investigadores, de una superficie de 14.000 kilómetros cuadrados, el área del sector desprendido se reduce a unos 2.700 kilómetros cuadrados.
El equipo científico, desplazado a la Antártida para estudiar el intercambio de materiales entre los océanos polares y la atmósfera dentro del proyecto ATOS, atribuye este desmembramiento “fundamentalmente” al calentamiento global, según el coordinador del programa, Carlos Duarte.
El sector, situado en la plataforma de hielo Wilkins, se ha desgajado y fragmentado “a causa de la temperatura del agua, anormalmente alta, y del efecto de un verano que está siendo demasiado cálido en el hemisferio austral”, explica Duarte, por teléfono vía satélite.
La superficie de la plataforma Wilkins, una placa de hielo permanente situada a 1.600 kilómetros de la costa suramericana, se mantuvo estable a lo largo del siglo XX, hasta que comenzó a retroceder en la década de 1990. Según datos de la Agencia Espacial Europea, la península antártica, una característica trompa de hielo en la Antártida occidental, donde se localiza la Wilkins, ha sufrido un “extraordinario calentamiento de 2,5 grados” en los últimos 50 años.
Separación “inminente”
El área desprendida, de 2.680 kilómetros cuadrados, representa, según explicó Duarte a Público, un 20% del total de la plataforma Wilkins, cuya superficie está estimada en 13.400 kilómetros cuadrados por el British Antarctic Survey. El desgajamiento sería, por tanto, el segundo más importante de la historia en la península antártica, tras la separación de la plataforma Larsen B en marzo de 2002.
Duarte, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-Universidad de las Islas Baleares), asegura que la totalidad de la placa Wilkins está “cuarteada”, por lo que su desprendimiento completo es “inminente”.
El buque Hespérides, de la Armada española, llegó a la zona el 13 de febrero, tres días después del momento en el que comenzó la fragmentación masiva de los bloques de hielo. A juicio del jefe científico de la campaña ATOS, Jordi Dachs, este fenómeno ha provocado “una producción biológica muy elevada” en las zonas que reciben los hielos desarticulados. “Allí hemos visto la mayor concentración de ballenas yubarta y focas leopardo que hemos encontrado hasta el momento”, añade.
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