Los agentes efectuaron una redada de lucha contra el furtivismo de la Xunta. La Guardia Civil acabó con disparos al aire para advertir a varios submarinistas que recogían almeja de forma ilegal.
Todo ocurrió el pasado martes en la playa de Langosteira. Los guardacostas de la Xunta y los guardias del Servicio de Protección de la Naturaleza, apoyados por inspectores de pesca, realizaron un despliegue por mar con varias embarcaciones, incluido un remolcador y una patrullera, para rastrear una zona en la que la extracción ilegal de almeja se ha convertido en una práctica habitual, según informaron fuentes del sector en la localidad.
Los agentes, provistos de con equipos de visión nocturna, llegaron al punto en el que se encontraban faenando de manera clandestina varios buzos de Fisterra.
Los policías dieron varios disparos al aire para señalar su presencia y según dijeron varios marineros del lugar, para que las personas que se encontraban sumergidas salieran a la superficie. Uno de lso implicados reaccionó de forma violenta y trató de abordar a la patrullera en la que iban parte de los agentes.
Se incautaron 48,5 kg de almeja y 1.500 gramos de camarones, todo ello extraído de forma ilegal. Los agentes además, intervinieron cuatro embarcaciones. A bordo de las lanchas descubrieron cuatro equipos completos de submarinismo y diversos útiles para la práctica del marisqueo, como son capachos y otros efectos navales.
Tres mariscadores de Fisterra, dos de ellos con antecedentes por prácticas similares, fueron identificados como presuntos responsables del marisqueo ilegal porque en la zona de Langosteira no está permitida la extracción de almeja.
Todos los indicios apuntan a que el número de personas que se encontraban faenando en la zona, al parecer era mayor, por la cantidad de embarcaciones intervenidas por la Policía Autonómica.
Los cuerpos de seguridad afirmaron que no se habían llegado a producir detenciones por estos incidentes, pero no aclararon si les iba a ser imputado algún delito a los presuntos responsables. El furtivismo está considerado como una falta, aunque en este caso podrían tener en cuenta otras variables, como el presunto atentado contra la autoridad.
En el área del litoral fisterrán, la extracción ilegal de almeja es una realidad conocida por los marineros locales, también por la Guardia Civil, que no es la primera vez que ha realizado alguna detención relacionada con estas prácticas.
El 3 de abril, agentes del Seprona y de otras unidades de la Costa da Morte, realizaron una espectacular persecución por las calles de Cee y Fisterra para interceptar a un vendedor que circulaba en su vehículo con 60 kf. de bivalvo. El implicado estuvo a punto de atropellar a varias personas que se encontró mientras era perseguido, incluido un motorista de Tráfico.
Aunque es una de las zonas más vigiladas de la comarca, muchos profesionales se arriesgan para obtener marisco de forma clandestina, porque la almeja alcanza un valor de mercado muy superior al de otras especies permitidas, como la navaja.
Todo ocurrió el pasado martes en la playa de Langosteira. Los guardacostas de la Xunta y los guardias del Servicio de Protección de la Naturaleza, apoyados por inspectores de pesca, realizaron un despliegue por mar con varias embarcaciones, incluido un remolcador y una patrullera, para rastrear una zona en la que la extracción ilegal de almeja se ha convertido en una práctica habitual, según informaron fuentes del sector en la localidad.
Los agentes, provistos de con equipos de visión nocturna, llegaron al punto en el que se encontraban faenando de manera clandestina varios buzos de Fisterra.
Los policías dieron varios disparos al aire para señalar su presencia y según dijeron varios marineros del lugar, para que las personas que se encontraban sumergidas salieran a la superficie. Uno de lso implicados reaccionó de forma violenta y trató de abordar a la patrullera en la que iban parte de los agentes.
Se incautaron 48,5 kg de almeja y 1.500 gramos de camarones, todo ello extraído de forma ilegal. Los agentes además, intervinieron cuatro embarcaciones. A bordo de las lanchas descubrieron cuatro equipos completos de submarinismo y diversos útiles para la práctica del marisqueo, como son capachos y otros efectos navales.
Tres mariscadores de Fisterra, dos de ellos con antecedentes por prácticas similares, fueron identificados como presuntos responsables del marisqueo ilegal porque en la zona de Langosteira no está permitida la extracción de almeja.
Todos los indicios apuntan a que el número de personas que se encontraban faenando en la zona, al parecer era mayor, por la cantidad de embarcaciones intervenidas por la Policía Autonómica.
Los cuerpos de seguridad afirmaron que no se habían llegado a producir detenciones por estos incidentes, pero no aclararon si les iba a ser imputado algún delito a los presuntos responsables. El furtivismo está considerado como una falta, aunque en este caso podrían tener en cuenta otras variables, como el presunto atentado contra la autoridad.
En el área del litoral fisterrán, la extracción ilegal de almeja es una realidad conocida por los marineros locales, también por la Guardia Civil, que no es la primera vez que ha realizado alguna detención relacionada con estas prácticas.
El 3 de abril, agentes del Seprona y de otras unidades de la Costa da Morte, realizaron una espectacular persecución por las calles de Cee y Fisterra para interceptar a un vendedor que circulaba en su vehículo con 60 kf. de bivalvo. El implicado estuvo a punto de atropellar a varias personas que se encontró mientras era perseguido, incluido un motorista de Tráfico.
Aunque es una de las zonas más vigiladas de la comarca, muchos profesionales se arriesgan para obtener marisco de forma clandestina, porque la almeja alcanza un valor de mercado muy superior al de otras especies permitidas, como la navaja.
0 comentarios: