con ellas el nivel del mar.
SINC Para entender y hacer una correcta previsión de riesgos en las costas mediterráneas, investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, centro mixto de la Universidad de Islas Baleares y el CSIC) y del Centro Nacional de Oceanografía de Southampton (Reino Unido) han analizado simulaciones a partir de tres escenarios relacionados con el cambio climático y el aumento de gases de efecto invernadero. Su misión, predecir la temperatura, el nivel del mar y la salinidad del Mediterráneo en el siglo XXI.
"En el escenario más positivo se asume que las concentraciones de gases de efecto invernadero se mantienen constantes a las del año 2000 y aun así, sigue habiendo influencia de cambio climático. El escenario más negativo presenta un desarrollo económico heterogéneo en todo el mundo con un aumento continuado de los gases de efecto invernadero durante el siglo XXI", explica Marta Marcos, autora principal e investigadora de la UIB.
El estudio, que se ha publicado recientemente en 'Journal of Geophysical Research-Oceans', indica lo que puede suceder en el Mediterráneo. Los modelos predicen que existe un aumento de temperatura en todo el mar a mayor concentración de gases. En el escenario más positivo, los cambios son inferiores y el Mediterráneo registraría a finales del XXI un aumento de la temperatura de menos de 1ºC. Los otros dos escenarios contemplan un aumento de los gases de efecto invernadero en las próximas décadas, y predicen un incremento de la temperatura del mar de hasta 2,5º C. Adicionalmente, los resultados indican que el aumento de la temperatura se acelerará en el siglo XXI.
A largo plazo, el nivel del mar puede variar por cambios en la temperatura (un calentamiento implica un incremento de volumen) y por aportes de masa. "El nivel de todo el Mediterráneo aumentará entre 3 y 61 cm de media por efectos del calentamiento", asegura Marcos. En cuanto a los aportes de masa por deshielo de los polos y de los glaciares continentales existe"mayor incertidumbre" y no está contemplado en el estudio. Donde más interesa conocer el aumento del nivel del mar es en las costas, "pero ahí es donde menos se sabe por la baja resolución espacial de los modelos", añade la experta.Variación de la componente estérica del
nivel del mar, causada por variaciones de temperatura y salinidad, durante el
siglo XXI para diferentes modelos de circulación general atmósferaocéano bajo el
escenario de cambio climático.
A la búsqueda de más nitidezLos resultados de este estudio no se han basado en observaciones, sino en modelos climáticos globales que contemplan toda una serie de posibles escenarios socioeconómicos futuros para predecir lo que sucederá en el Mediterráneo. Según los científicos, las condiciones climáticas van a cambiar mucho, por lo que no se puede afirmar con total fiabilidad cual será el escenario futuro real.
En estas circunstancias, Marta Marcos y Michael Tsimplis explican que, además de los cambios en la temperatura, los modelos indican que el Mediterráneo también será más salino durante el próximo siglo. Sin embargo, esta afirmación está sujeta a una gran incertidumbre porque "las variaciones de salinidad en el Mediterráneo están controladas por los intercambios de aguas en el Estrecho de Gibraltar, y si esto no se ha incorporado como un indicador más, los resultados en este aspecto son muy poco fiables".
Esto se debe a que los modelos del IPCC tienen una resolución espacial muy baja, lo que implica que reproducen "razonablemente bien" los procesos globales pero no siempre es así con los regionales. En particular, el Estrecho de Gibraltar, que con 14 km de anchura es clave en los procesos de intercambios de agua entre el Mediterráneo y el Atlántico, no está bien representado en estos modelos.
Los valores globales no tienen sentido a la hora de estimar el impacto de un aumento de nivel del mar en las zonas costeras debido a la gran variabilidad regional que presenta esta variable. La solución será utilizar modelos climáticos regionales en alta resolución que resuelvan bien los estrechos del Mediterráneo, los procesos oceánicos que tienen lugar en la cuenca y las zonas de costas.Esta es la estrategia que se está siguiendo actualmente por parte de los grupos de investigación europeos que trabajan en predecir los efectos del cambio climático a nivel regional, y se prevé que, a corto plazo, se pueda reducir la incertidumbre en las predicciones. En España lo realiza a nivel oceánico el IMEDEA en colaboración con Puertos del Estado. Sin esta resolución en los modelos "no podemos estar seguros de la magnitud de los cambios", concluye la investigadora.
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