Tras varias semanas de denuncias e irregularidades, el vertedero de la localidad valenciana de Andilla, a 70 kilómetros de la capital, fue clausurado ayer por la Guardia Civil al encontrar varias piezas con material radioactivo. Sin embargo, y tal y como ha declarado la institución, las piezas halladas no suponen ningún riesgo para la salud.
El descubrimiento de los detectores de humo por ionización, aparatos con una pastilla con carga ionizante recubierta por una camisa de plomo y que contenían un pequeña cantidad de americio-241, se hizo el pasado lunes 19.
Fue la Fiscalía de Medio Ambiente la que pidió al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y a un perito ecotoxicólogo que se iniciara una investigación, ya que el vertedero tenía desde junio del año pasado una denuncia porque el depósito de residuos era ilegal.
Una vez el Consejo de Seguridad Nuclear comprobó la naturaleza de lo hallado, Enresa, la empresa pública que se hace cargo de los residuos radioactivos que se generan en España, los retiró del vertedero de Andilla, ya que, según la Guardia Civil, aunque no tenían la carga suficiente para dañar a las personas o al medio ambiente, había que extraerlos.
Fuentes de la institución armada han explicado que se trataba de un vertedero "ilegal e incontrolado, un punto del monte donde la gente tira cosas", por lo que ya se ha empezado una investigación para averiguar, a través del número de serie, que se encuentra en perfecto estado, quién es el productor, a quiénes se vendieron los detectores de humo y finalmente, quiénes fueron las personas que los tenían instalados y que probablemente se deshicieron de ellos en el vertedero.
Ricardo Peralta, delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana ha afirmado que lo ocurrido en Andilla se trata de una actuación "claramente ilegal e irresponsable", por lo que espera que las investigaciones que se lleven a cabo permitan averiguar el origen de los materiales.
Por su parte, el Consejo de Seguridade Nuclear, encargado de controlar y vigilar instalaciones nucleares y radioactivas, ha declarado que todo "está bajo control y que no existe ningún tipo de riesgo para los ciudadanos".
El descubrimiento de los detectores de humo por ionización, aparatos con una pastilla con carga ionizante recubierta por una camisa de plomo y que contenían un pequeña cantidad de americio-241, se hizo el pasado lunes 19.
Fue la Fiscalía de Medio Ambiente la que pidió al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y a un perito ecotoxicólogo que se iniciara una investigación, ya que el vertedero tenía desde junio del año pasado una denuncia porque el depósito de residuos era ilegal.
Una vez el Consejo de Seguridad Nuclear comprobó la naturaleza de lo hallado, Enresa, la empresa pública que se hace cargo de los residuos radioactivos que se generan en España, los retiró del vertedero de Andilla, ya que, según la Guardia Civil, aunque no tenían la carga suficiente para dañar a las personas o al medio ambiente, había que extraerlos.
Fuentes de la institución armada han explicado que se trataba de un vertedero "ilegal e incontrolado, un punto del monte donde la gente tira cosas", por lo que ya se ha empezado una investigación para averiguar, a través del número de serie, que se encuentra en perfecto estado, quién es el productor, a quiénes se vendieron los detectores de humo y finalmente, quiénes fueron las personas que los tenían instalados y que probablemente se deshicieron de ellos en el vertedero.
Ricardo Peralta, delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana ha afirmado que lo ocurrido en Andilla se trata de una actuación "claramente ilegal e irresponsable", por lo que espera que las investigaciones que se lleven a cabo permitan averiguar el origen de los materiales.
Por su parte, el Consejo de Seguridade Nuclear, encargado de controlar y vigilar instalaciones nucleares y radioactivas, ha declarado que todo "está bajo control y que no existe ningún tipo de riesgo para los ciudadanos".
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