Bolivia, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay son los países que están en alerta de hambre como consecuencia del cambio climático.
Sus ministros se reunieron durante dos días y así poder evaluar la situación, acordando llevar una sola postura a la Convención Marco sobre el cambio climático de las Naciones Unidas que se celebrará el próximo diciembre en Copenhague - Dinamarca.
A raíz de la emisión de gases de efecto invernadero en los países industrializados, seguías, lluvias e inundaciones serán cada vez más frecuentes por la presencia cada vez mayor de los fenómenos de la Niña y del Niño. Estos, tendrán efectos severos en la agricultura, menor oferta de alimento y encarecimiento para la población.
Hay que hacer un uso eficiente del agua, evaluar mecanismos de compensación en zonas afectadas por desastres, dar respuestas inmediatas, decía el ministro uruguayo.
El Chacaltaya - Bolivia, ya no tiene nieve, por lo que corren riesgos otros cerros como el Illimani y Huayna Potosí, todo ello hace que en las represas hayan bajado los niveles de agua. “Tenemos que evaluar dónde somos más vulnerables y cómo podemos enfrentar esa situación y que la recuperación de daños sea más rápida”.
Además de que los fenómenos naturales no sólo afectan a la agricultura, también generan impactos negativos en la salud humana, animal y vegetal con la aparición de nuevas enfermedades.
Los seis países han acordado impulsar la investigación científica, intercambio técnico y de tecnología para mejorar las técnicas de producción y riesgo como mecanismos de prevención y alerta temprana.
Sus ministros se reunieron durante dos días y así poder evaluar la situación, acordando llevar una sola postura a la Convención Marco sobre el cambio climático de las Naciones Unidas que se celebrará el próximo diciembre en Copenhague - Dinamarca.
A raíz de la emisión de gases de efecto invernadero en los países industrializados, seguías, lluvias e inundaciones serán cada vez más frecuentes por la presencia cada vez mayor de los fenómenos de la Niña y del Niño. Estos, tendrán efectos severos en la agricultura, menor oferta de alimento y encarecimiento para la población.
Hay que hacer un uso eficiente del agua, evaluar mecanismos de compensación en zonas afectadas por desastres, dar respuestas inmediatas, decía el ministro uruguayo.
El Chacaltaya - Bolivia, ya no tiene nieve, por lo que corren riesgos otros cerros como el Illimani y Huayna Potosí, todo ello hace que en las represas hayan bajado los niveles de agua. “Tenemos que evaluar dónde somos más vulnerables y cómo podemos enfrentar esa situación y que la recuperación de daños sea más rápida”.
Además de que los fenómenos naturales no sólo afectan a la agricultura, también generan impactos negativos en la salud humana, animal y vegetal con la aparición de nuevas enfermedades.
Los seis países han acordado impulsar la investigación científica, intercambio técnico y de tecnología para mejorar las técnicas de producción y riesgo como mecanismos de prevención y alerta temprana.
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